Empresas y negocios

Empresa chica, infierno grande.

En sí, ¿qué significa ser una “Empresa Chica”? Será acaso, ¿su infraestructura?, ¿el número de empleados?, ¿el dinero que factura? Tú, ¿cuál crees que sería el mejor concepto para definir a una empresa chica? Difícil de analizar, ¿verdad? Sin embargo, existen razones no necesariamente visibles, quizá intangibles que nos pueden llevar a una identificación más certera de “Empresa Chica”.

Si tomamos como base que las empresas están conformadas por personas y que éstas forman parte de una cultura muy similar, que sin importar si es buena o mala nos aporta una serie de características que nos van identificando, nos encontramos una explicación certera del por qué la mayoría de las empresas en México enfrentan más o menos la misma problemática que muchas otras empresas de otros países; y es que estudiamos cosas muy similares, leemos textos afines, vemos los mismos programas de televisión y una serie de cosas que por ser de una misma cultura nos van marcando.

¿Qué es una “Empresa Chica”? Desde mi perspectiva, es aquella que sin importar su tamaño, número de empleados o dinero facturado, carece de una visión de empresa y una buena estructura empresarial y además,  cuenta con algunas de las siguientes características:

· Sumergida en una corriente de pretextos para realizar alguna actividad: En toda empresa es necesario realizar ciertas actividades extras o ajenas al trabajo de cada colaborador que son vitales para la subsistencia de la misma. Sin embargo, encontramos que la mayoría de estos actores siempre están buscando la forma de minimizar estas actividades, evadirlas e incluso desacreditarlas; un ejemplo claro de esto es la capacitación: el dueño menciona que una capacitación sólo es pérdida de tiempo de sus colaboradores y pérdida de dinero, por su parte, los colaboradores sienten que no necesitan la capacitación porque ellos ya dominan su trabajo pues lo han hecho durante años… la realidad es que esa capacitación es muy necesaria e incluso urgente ya que hay reprocesos de trabajo, las mermas son enormes y gran parte de las ganancias se quedan ahí, pero la capacitación no es necesaria porque todo está bien. Y esto es sólo un ejemplo de lo que sucede, me imagino 
que al estar leyendo este párrafo pensaste en muchos ejemplos más.

· Pasividad por parte de sus altos mandos: “Y todo sigue estando bien”, “vamos lento pero seguro”, “sólo YO puedo resolver los problemas”, “no me importa saber de la competencia, mientras yo siga avanzando, voy bien”… Y podría seguir y seguir citando frases, que hace 50 años, sin duda, eran válidas y creíbles. En la actualidad, muy lamentablemente, se siguen escuchando a diario en la mayoría de nuestras empresas mexicanas. ¿Será comodidad por parte de los dueños y directivos o falta de conocimiento empresarial?, ¿qué lo ocasiona? Yo pienso que parte y parte, es comodidad porque así no se comprometen a dar un extra para la organización, pueden simplemente culpar a los trabajadores por los malos resultados, señalar que la situación está mal para todos, etc.; y es falta de conocimiento ya que la mayoría de los empresarios carecen de visión empresarial, incluso de administración básica para su negocio. Y sería comprensible si nunca escuchan hablar de estos temas, pero muchas veces esta ignorancia es autogenerada por querer mantenerse en su mundo y pensar que sólo ellos tienen la razón sobre lo que pasa en su empresa.

· Burocracia excesiva en sus procesos: Miles de firmas, miles de revisiones, miles de minutos perdidos traducidos en baja productividad. Es increíble todo el papeleo o todas las acciones que se tienen que hacer para realizar un pequeño proceso ¿Y dónde quedaron los avances tecnológicos?

· Intereses personales antes que los empresariales: Siempre tratando de buscar el beneficio personal antes que un beneficio para la empresa, esto se puede observar prácticamente en todos los niveles. El dueño sabe que necesitan reducir costos, sin embargo se acaba de contratar a más personal (ya que son recomendados) y se ha aumentado 20% su sueldo, el empleado se lleva plumas, papel, cantidades de fólders para la escuela de sus hijos independientemente de la situación de la empresa, sólo piensa en estar bien él. Debido a que los intereses son personales y no colectivos existen muchos problemas para la empresa.

Mientras sigamos teniendo estos hábitos en nuestras empresas difícilmente mejoraremos o llegaremos a tener una visión empresarial y una buena estructura. Además, se vuelve una situación insostenible ya que nadie se siente cómodo y existe un ambiente muy negativo que al final, se vuelve un completo “infierno”. Pero, ante esta situación ¿Cómo podemos comenzar a generar ese cambio?

1. Analizando la situación real de nuestra empresa de una manera objetiva.

2. Saber qué es lo que verdaderamente queremos lograr con nuestra empresa.

3. Generar acciones inteligentes de acuerdo a lo que pretendemos lograr.

4. Tener apertura para escuchar a nuestros colaboradores y tomar sus opiniones en cuenta.

5. Apoyarte en expertos para avanzar más rápido y con mejores resultados.

Y lo más importante es tener la intención de mejorar (y defino intención como: poner atención a determinada situación) y hacer crecer tu empresa. La decisión es sólo tuya: 

¿Quieres tener una “Empresa Chica?

Roberto Alonso López Palafox

roberto@emprendedoresenevolucion.org